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ALBA: La tecnología chilena que busca mejorar la rehabilitación motriz

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Tiempo de lectura: 3 minutos Un invento chileno busca transformar la terapia de rehabilitación en el país, ofreciendo una alternativa que potencia la autonomía del paciente y optimiza los recursos de los centros de salud.

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En un mercado global de dispositivos médicos que supera los US$500 billones, dominado por potencias europeas, norteamericanas y asiáticas, emerge una propuesta chilena. Se trata de ALBA, el primer dispositivo de la startup Umov, fundado por la ingeniera civil industrial Pamela Salazar.

Esta solución de hardware y software promete llevar la rehabilitación motriz a un nuevo nivel, ofreciendo una alternativa eficaz y autónoma para pacientes con debilidad del tren superior. Tras exitosos pilotajes en el Biobío y asegurando la manufactura en Asia, Umov se prepara para su fase de comercialización, con el objetivo de establecer cinco alianzas estratégicas en Chile este año y expandirse a nuevos mercados en 2026.

ALBA consiste en «un dispositivo portátil, una app gamificada y una plataforma de datos que, combinados, permiten realizar sesiones autónomas de rehabilitación a pacientes con debilidad motriz del tren superior», explica Salazar.

Pamela Salazar, fundadora de la startup Umov.

Pamela Salazar, fundadora de la startup Umov.

Tecnología para la recuperación

El diseño de esta innovación está pensado para suplir las limitaciones de la terapia tradicional, permitiendo que los pacientes realicen ejercicios de forma independiente, sin la necesidad constante de un profesional especializado, a la vez que se obtiene data precisa para medir su progreso.

La interfaz física de ALBA es una mesa interactiva equipada con una manilla que se desplaza sobre rieles, facilitando ejercicios en diversas direcciones. Una pantalla táctil intuitiva permite a los usuarios ajustar la máquina a sus necesidades específicas, recibiendo retroalimentación constante y gamificada.

Esta aproximación optimiza el tiempo de los profesionales.«Si un centro de salud tiene un profesional destinado para una hora de terapia, ese recinto podrá atender a un solo paciente en ese tiempo. No obstante, si ese profesional intercala 30 minutos con ALBA y 30 minutos de ejercicios activos desarrollados por él, en esa misma hora pudo atender a dos personas«, destaca la CEO de Umov.

Futuro personalizado para la rehabilitación

Los primeros pasos comerciales de Umov ya han rendido frutos significativos. El primer dispositivo ALBA fue adquirido por el Centro Regional de Telemedicina del Biobío, dependiente de la Universidad de Concepción, impactando a más de 60 pacientes y sumando más de dos mil sesiones de rehabilitación.

Paralelamente, la startup llevó a cabo una validación científica de tres años con la Clínica Los Coihues en Santiago y está a punto de iniciar un estudio con el Instituto Teletón. La manufactura, en tanto, se ha externalizado a una empresa asiática con sede en China y Singapur, garantizando altos estándares de calidad y certificación, mientras el equipo chileno mantiene el liderazgo en el desarrollo del software.

El modelo de negocio de Umov, «device as a service», contempla la venta o arriendo del dispositivo junto con una licencia de uso del software. Aunque inicialmente se enfoca en pacientes con secuelas de accidentes cerebrovasculares (ACV), que superan los 35 mil casos anuales en Chile, ALBA puede llegar a ser aplicado a una amplia gama de dificultades motrices, tanto físicas como cognitivas.

Las metas de Umov incluyen cerrar cinco alianzas con instituciones de salud en Chile y expandirse a Latinoamérica en 2026 con 15 nuevas alianzas. «Los dispositivos con tecnología avanzada no solo permitirán a más personas tener acceso a terapias de rehabilitación, sino a los centros de salud entregar un servicio cada vez más personalizado y sin estresar a los profesionales especializados que son tan escasos en ciertas zonas», concluye Salazar.


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