Gabriela Muñoz Castillo, Diego Alday Cortés y Diego San Martín Albornoz son el equipo detrás de esta tecnología que, aseguran, tiene amplio potencial de escalamiento y por eso la siguen perfeccionando a pesar de haber terminado la evaluación formativa.
La propuesta permite que, a través de la cámara del computador, un complejo sistema de algoritmos sea capaz de identificar el signo que realiza la mano y este devuelta su equivalencia en formato de texto en la pantalla.
«Esto funciona mediante una cámara (…); una persona muestra la lengua de señas y el computador le traduce en texto lo que esa persona está haciendo. Nuestra gran diferencia es que no usamos imágenes, usamos texto. La cámara nos pone puntitos en las manos y en la cara y eso lo transforma en coordenadas que se transforman a texto. Una imagen gasta mucha más memoria que un texto en el computador, entonces, toda esta base de datos que hicimos (…) gasta una cantidad de espacio súper pequeña», explicó Gabriela.
Reconocen potencial para la lengua de señas
A pesar de haber finalizado el curso que originó la propuesta, Alday aseguró que «vemos que esta tecnología tiene potencial para distintas aplicaciones. Entonces hemos estado debatiendo, tirando ideas de cómo podría ser el resultado final. Entre aplicaciones que sirvan como un traductor similar a los de idiomas, traductores en tiempo real para videollamadas, entre otras», dijo.

Los estudiantes de Ingeniería Informática hacen la seña de UdeC en lengua de seña.
Al momento de esta entrevista, el equipo había recibido una invitación para formar parte de Gearbox, la preincubadora de la Facultad de Ingeniería que apoya ideas innovadoras para que se proyecten de mejor manera en el mercado.
«Estas son estas las instancias que uno tiene que aprovechar y las que agradecemos porque de esta manera nos hemos dado cuenta del potencial que puede tener nuestro trabajo. Entonces, esto también nos motiva mucho más a continuar con el proyecto, a mejorarlo, porque sabemos que hay un interés por parte de las personas», dijo Gabriela.
En su fase actual, el traductor desarrollado por los estudiantes de la UdeC ya demuestra una importante capacidad de reconocimiento. El sistema puede identificar con precisión las 27 letras del abecedario del lenguaje de señas chileno, además de un conjunto de seis palabras y gestos básicos, como saludos y agradecimientos.
La innovación más destacada del proyecto reside en su eficiencia. Toda la base de datos necesaria para estas traducciones ocupa un espacio de almacenamiento de apenas 10 megabytes (MB). Esto es posible porque, a diferencia de otros sistemas, esta tecnología no utiliza pesadas imágenes para el reconocimiento, sino que procesa los gestos como coordenadas de texto, un método que consume significativamente menos memoria y es clave en su funcionamiento.
Ejercicio académico
El académico responsable de la asignatura donde nació el proyecto de lengua de señas, Dr. Julio Godoy del Campo, explicó que la asignatura de Inteligencia Artificial que se dicta en el Departamento de Ingeniería Informática y Ciencias de la Computación, es de carácter introductorio a la disciplina.
«Dado el amplio espectro de lo que podemos llamar IA, no es la intención del curso profundizar en cada una de las áreas de la Inteligencia Artificial. En lugar de esto, el curso busca introducir a los estudiantes al campo de la IA, presentar conceptos asociados, hitos de la IA y el impacto que han tenido y siguen teniendo en nuestro diario vivir, los distintos paradigmas que han predominando el desarrollo de la IA durante las últimas décadas, además de introducir algunas áreas de la IA que se profundizan en otros cursos», detalló.
Respecto de la instrucción que facilitó la creación del proyecto del grupo de estudiantes, el académico puntualizó que «la premisa que les entrego a los estudiantes es: miren a su alrededor, piensen en los desafíos que tenemos como sociedad, escojan uno que les motive y pregúntense, ¿cómo podría la inteligencia artificial ayudar a resolver este desafío? Ese es el punto de partida. El curso les muestra manera amplia lo que es posible realizar con inteligencia artificial, y ellos profundizan en base al proyecto escogido».
Por lo mismo, asegura que este tipo de ejercicios permiten encontrar nuevas formas de utilizar la Inteligencia Artificial para que esté al servicio de las personas.
«La IA tiene un potencial tremendo para transformar nuestra sociedad en una más inclusiva y acortar brechas en distintas áreas. La capacidad que tienen los modelos actuales de inteligencia artificial para procesar información en múltiples formatos (texto, imágenes, video, etc..) pueden ayudar a personas con dificultades para ver/escuchar/sentir el mundo a que puedan tener una mejor calidad de vida», dijo.