Las orcas fabrican herramientas con algas para masajearse y reforzar lazos sociales

Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudio observó cómo estos mamíferos marinos seleccionan, desprenden y comparten trozos de algas para frotarse mutuamente, una práctica que podría tener fines sociales y de salud.
Un equipo de científicos del Centro de Investigación de Ballenas (CWR) y la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha documentado por primera vez un sofisticado comportamiento de uso de herramientas en orcas. A través de imágenes de alta resolución captadas por drones en el mar de Salish, en la costa noroeste de Estados Unidos, los investigadores observaron cómo una comunidad de orcas fabrica y utiliza herramientas a partir de algas para masajearse unas a otras.
El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Current Biology, describe un comportamiento bautizado como «allokelping«. A diferencia del simple juego con algas observado en otras especies de cetáceos, estas orcas seleccionan y arrancan deliberadamente tiras de kelp (un tipo de alga parda) para luego pasárselas entre sus cuerpos en una especie de masaje cooperativo.
«Nos quedamos asombrados cuando observamos por primera vez este comportamiento», destacó Michael Weiss, investigador del CWR y autor principal del estudio. Este descubrimiento desafía lo que se sabía sobre el uso de herramientas en animales marinos, un fenómeno muy poco documentado hasta la fecha, y abre nuevas preguntas sobre la complejidad de la cultura y la inteligencia de las orcas.
Allokelping: Una nueva forma de cultura animal
El «allokelping» no es un acto casual. Los investigadores detallan que las orcas eligen cuidadosamente las algas, las recortan a un tamaño manejable y luego las utilizan en pareja. Este proceso de «fabricación» de una herramienta para un uso futuro y cooperativo es lo que distingue a esta conducta. El análisis de las imágenes reveló que machos y hembras de todas las edades participan en esta actividad, mostrando una mayor predisposición a hacerlo con parientes maternos cercanos y de edad similar.
«Todo indica que es una parte importante de su vida social», explica Weiss. Durante ocho de los doce días que duró la observación, el equipo registró a las orcas practicando el «allokelping», lo que sugiere que podría ser un comportamiento universal dentro de esta población específica. La interacción física es común en las orcas, pero el uso de algas podría intensificar la experiencia sensorial y fortalecer los vínculos del grupo, de manera similar a como lo hace el acicalamiento en los primates.
Más que un juego: Beneficios para la piel
Los científicos barajan dos hipótesis principales para explicar el propósito de este comportamiento. La primera, como se mencionó, es el fortalecimiento de los lazos sociales. La segunda está relacionada con la salud de la piel. «Las algas pardas tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para las ballenas», explica Darren Croft, coautor del estudio de la Universidad de Exeter.
Esta práctica podría ser una estrategia para exfoliar la piel muerta y mantenerla sana, complementando otros comportamientos de higiene observados en distintas poblaciones de orcas, como frotarse en playas de guijarros.
Este descubrimiento cultural cobra una relevancia aún mayor al considerar el frágil estado de esta población de orcas del mar de Salish. Actualmente en peligro de extinción, el último censo contabilizó solo 73 ejemplares. «Con su desaparición no solo se perderían 73 animales o un linaje genético, sino una sociedad compleja y un conjunto profundo y único de tradiciones culturales», advierte Croft.
Además, el estudio revela una nueva amenaza para su supervivencia: el cambio climático. El aumento de la temperatura oceánica está provocando el declive de los bosques de kelp, el «material» del que dependen estas orcas para fabricar sus herramientas.