Estudio revela que los chimpancés aprenden a comunicarse de sus madres

Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudio, realizado en Uganda, sugiere que el aprendizaje social es un pilar fundamental en la evolución de la comunicación y podría ser mucho más antiguo de lo que se creía, ofreciendo nuevas pistas sobre los orígenes de nuestro propio lenguaje.
La forma en que nos comunicamos es un reflejo de quienes nos crían. Esta premisa, ampliamente demostrada en niños, ahora ha sido confirmada en uno de nuestros parientes evolutivos más cercanos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) ha demostrado que las crías de chimpancé (Pan troglodytes) no nacen con un repertorio de comunicación predeterminado genéticamente, sino que lo aprenden observando e imitando a sus madres.
El estudio, fruto de tres años de observación en el Parque Nacional de Kibale, en Uganda, abre una nueva ventana para comprender los orígenes evolutivos de la comunicación y el lenguaje, sugiriendo que el aprendizaje social es mucho más antiguo de lo que se pensaba.
El vínculo materno como escuela de comunicación
Para llegar a esta conclusión, el equipo liderado por el investigador Joseph Mine analizó el comportamiento de 22 chimpancés salvajes, registrando meticulosamente tanto sus señales vocales como su comunicación no vocal, que incluye gestos, dirección de la mirada y posturas corporales. El análisis de estos datos reveló un patrón inequívoco: el estilo comunicativo de los chimpancés jóvenes era muy similar al de sus madres y parientes maternos, pero mostraba poca o ninguna correlación con el de sus padres.
Según los autores, la explicación es sencilla y se basa en la estructura social de estos primates. «Son las madres quienes cuidan a los chimpancés de pequeños, sin que los padres apenas contribuyan a la crianza», señala el estudio. Este prolongado e intenso período de cuidado materno se convierte en el principal canal para la transferencia cultural de las normas de comunicación. Las crías aprenden qué combinaciones de sonidos y gestos usar en cada contexto social directamente de su figura materna.
«Lo que vemos es que ciertas madres chimpancés tienden a producir muchas combinaciones vocales y visuales, mientras que otras producen pocas. Y las crías acaban comportándose como las madres, lo que da lugar a tendencias específicas de cada familia», explica Mine.
Implicancias evolutivas
El estudio también destaca su impacto duradero. Los chimpancés observados tenían más de 10 años, una edad en la que ya son más independientes. Sin embargo, la influencia materna en su forma de comunicarse persistía, lo que indica que estas lecciones se interiorizan y forman parte de su comportamiento a largo plazo.
Este hallazgo sugiere que la capacidad de aprender la comunicación socialmente no es exclusiva de los humanos, sino que tiene raíces más antiguas en el linaje compartido con los grandes simios. «En los seres humanos, el lenguaje corporal incluye gestos con las manos y expresiones faciales, pero también muchos comportamientos sutiles, como cambios en la postura», explica el coautor del estudio, Simon Townsend.