Estudiante chilena crea «Nani», el peluche de apoyo emocional para adultos con discapacidad intelectual

Tiempo de lectura: 2 minutos Diseñado como proyecto de título, este perro de peluche busca ser una herramienta de contención emocional y autorregulación para usuarios de la organización comunitaria Unión de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad (UNPADE), en la región de Coquimbo.
En un vínculo entre la academia y las necesidades de la comunidad de Coquimbo, ha nacido «Nani», un peluche terapéutico diseñado para brindar apoyo emocional a adultos con discapacidad intelectual. La creación es obra de la estudiante de último año de Diseño en la Universidad de La Serena, Vania Vidal, quien desarrolló esta iniciativa como parte de su proyecto de título.
El proyecto surgió de una colaboración directa y sostenida entre la estudiante y la Unión de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad (UNPADE), una fundación dedicada a la atención integral de adultos con diversidad funcional e intelectual en La Serena. Durante un semestre, Vidal se sumergió en el día a día de la organización, participando como voluntaria y observando de cerca las rutinas y desafíos de los usuarios, lo que concluyó en un proyecto que responde a necesidades reales.
Diseño con empatía y funcionalidad
En detalle, «Nani» es un perro de peluche confeccionado en polar y paño lenci de tonos beige, pensado para ser un compañero seguro y afectivo. «Al interactuar con los usuarios noté que muchos de ellos tenían problemas controlando sus emociones, ya que sienten de una forma más intensa que otras personas», explicó la estudiante. Con esto en mente, su objetivo fue claro: crear un objeto que les permitiera calmarse y contenerse emocionalmente de forma autónoma.
El diseño incorpora características multisensoriales cuidadosamente estudiadas. Las extremidades del peluche están rellenas de arroz para proporcionar peso y una sensación táctil reconfortante, mientras que el cuerpo, sin relleno, cuenta con una apertura de velcro. Dentro de esta apertura se encuentra una bolsita de tul que puede ser llenada con hierbas aromáticas, añadiendo un componente de aromaterapia para la relajación. Pensando en la seguridad, el peluche incluye una ficha con el nombre de su dueño y los datos de contacto de UNPADE en caso de extravío.
Un puente entre la universidad y el territorio
Para la académica guía de la estudiante, la Dra. Eugenia Álvarez Saavedra, estas iniciativas «son un espacio para la creación, innovación y difusión de experiencias significativas«.
Desde UNPADE, que actualmente atiende a 26 usuarios, la valoración es sumamente positiva. La kinesióloga y coordinadora de voluntariado, Mónica Martínez, calificó el proceso como «participativo y bien bonito», agregando que «Vania pudo detectar una necesidad que tenemos aquí sobre todo con la autorregulación emocional de nuestros usuarios».
Hoy, «Nani» se ha convertido en una herramienta fundamental para los usuarios de UNPADE, demostrando cómo el diseño inclusivo, cuando nace de la empatía y el compromiso social, puede transformar realidades y ofrecer soluciones tan reales como significativas.