Surf Therapy Coquimbo: Olas que sanan mente y cuerpo en la Región

Tiempo de lectura: 3 minutos Este programa, liderado por el ingeniero Marcelo Muñoz, utiliza el poder curativo del océano y el surf para mejorar la salud emocional de niños, adolescentes y trabajadores con alto desgaste.
En un país donde casi un tercio de la población ha enfrentado algún trastorno psiquiátrico, principalmente de ansiedad, surge una innovadora propuesta en la Región de Coquimbo: Surf Therapy.
La Corporación Surf Therapy Coquimbo se asienta sobre la poderosa filosofía de la «Mente Azul» (Blue Mind), un concepto que describe el estado de calma, conexión y bienestar que se experimenta al estar en contacto con el agua. Este fenómeno se atribuye a una combinación de factores, como la estimulación visual del color azul, el sonido rítmico del agua y la sensación de flotar.
Marcelo Muñoz, presidente y cofundador de la corporación y surfista desde los 10 años, relata su propia transformación personal: «Volví a Coquimbo en 2021 con mi salud deteriorada, en un estado de burnout y depresión. Al regresar al océano, sentí cómo mi ‘mente gris’ se convirtió en un estado de ‘mente azul’, de calma, felicidad y conexión con la naturaleza. Fue entonces cuando nació la idea de esta iniciativa».
Muñoz explica que muchas personas viven en un estado de «mente roja», de alerta constante y multifocalización, que si bien puede ser útil en momentos puntuales, se vuelve una fuente de estrés crónico en la vida diaria. El objetivo de Surf Therapy es precisamente ayudar a sus participantes a transitar de estos estados de estrés hacia la serenidad de la «Mente Azul».
La metodología de Surf Therapy va más allá de ser una simple escuela de surf. Las sesiones, que duran aproximadamente tres horas, integran herramientas para el manejo del estrés y la ansiedad a través de meditaciones, juegos, educación medioambiental, círculos de reflexión y momentos de aprendizaje, culminando con la práctica del surf en el océano. «Lo que hacemos es sacar la terapia de las cuatro paredes y trabajar en colaboración con el océano como si fuera un coterapeuta«, destaca Muñoz.
Actualmente, la organización es pionera en Chile al implementar la metodología Surf Therapy y la «Mente Azul» como un currículo estructurado y basado en evidencia.
Impacto social y comunitario en Coquimbo
Surf Therapy Coquimbo cuenta con un equipo multidisciplinario de 17 socios activos y más de 40 voluntarios, incluyendo instructores de surf, salvavidas, ingenieros, psicólogos, psicopedagogos y trabajadores sociales, todos capacitados en esta innovadora metodología.
Sus programas se dirigen principalmente a niños, niñas y adolescentes (NNA) en situación de vulnerabilidad, a quienes ofrecen terapia de surf sin costo alguno, gracias a donaciones, aportes, fondos concursables y autogestión. Las sesiones se realizan los sábados, en programas de ocho semanas consecutivas, en diversas playas de la Región de Coquimbo, como Peñuelas, La Herradura, Punta de Choros y Totoralillo.
Además de las terapias regulares, la corporación organiza las «Experiencias Surf Therapy», actividades gratuitas y abiertas al público. La más reciente estuvo enfocada en niños de 6 a 12 años, y una nueva jornada se anunciará en las redes sociales de @surftherapycoquimbo. El programa también llega a comunidades alejadas del mar, como Andacollo, asegurando que los participantes dispongan de todo el equipamiento necesario, desde trajes y tablas hasta protector solar y transporte.
El alcance de Surf Therapy se extiende también al ámbito corporativo, ofreciendo sesiones de autocuidado para profesionales con alto desgaste, como bomberos, docentes y trabajadores de la salud. Este año, han colaborado con el centro médico Maz Center y con docentes de las escuelas de lenguaje Arbolito y Santa Luisa.
Desde 2021, más de 720 NNA y adultos han sido beneficiados, con resultados tangibles como la mejora del rendimiento escolar, la calidad del sueño y la disminución de conflictos internos en residencias como El Puente y Centro de Vida Chile. Para el segundo semestre, se espera integrar a 18 niños y niñas de la Escuela Rural de Totoralillo en el currículo de la terapia de surf, consolidando el impacto positivo de las olas en la comunidad.
Ver esta publicación en Instagram