Lentes de contacto infrarrojos permiten ver en la oscuridad e incluso con los ojos cerrados

Tiempo de lectura: 2 minutos Este avance tecnológico permite la visión nocturna sin necesidad de fuentes de energía externas, y funciona incluso con los ojos cerrados, abriendo un abanico de posibilidades en campos como la seguridad y la asistencia visual.
La magia detrás de estos lentes de contacto radica en el uso de nanopartículas especialmente diseñadas. Estos diminutos componentes tienen la capacidad de absorber la luz infrarroja cercana –aquella en el rango de 800 a 1600 nanómetros (nm), justo por debajo del espectro visible para los humanos– y convertirla eficientemente en longitudes de onda que nuestros ojos pueden percibir.
A diferencia de métodos anteriores que requerían inyecciones en la retina, esta nueva tecnología es significativamente menos invasiva. Las nanopartículas se integran en polímeros flexibles y no tóxicos, similares a los utilizados en las lentillas blandas convencionales.
«Nuestra investigación abre la posibilidad de que dispositivos portátiles no invasivos doten a las personas de supervisión«, afirma Tian Xue, autor principal del estudio y neurocientífico de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China. Las aplicaciones potenciales son vastas: «Por ejemplo, la luz infrarroja parpadeante podría utilizarse para transmitir información en entornos de seguridad, rescate, encriptación o lucha contra la falsificación».
Futuro con visión aumentada
Una de las ventajas clave es que estos lentes son transparentes, permitiendo al usuario ver simultáneamente tanto la luz visible como la infrarroja convertida. Además, pueden diferenciar distintos espectros de luz infrarroja, «codificando por colores» las diferentes longitudes de onda: por ejemplo, 980 nm se convierten en luz azul visible, 808 nm en verde y 1.532 nm en rojo.
Esto no solo permitiría percibir más detalles en el espectro infrarrojo, sino que también podría ayudar a personas con daltonismo a distinguir longitudes de onda que de otro modo les serían invisibles.
Actualmente, los lentes detectan radiación infrarroja de fuentes LED, pero el equipo ya trabaja en aumentar su sensibilidad para detectar niveles más bajos de luz. «En el futuro, esperamos fabricar una lente de contacto con una resolución espacial más precisa y una mayor sensibilidad«, concluye Xue.