Alexander Vargas: El paleontólogo que desentraña las huellas del pasado
Tiempo de lectura: 2 minutos Durante su paso por el Festival Puerto de Ideas 2025, el académico de la Universidad de Chile recordó sus inicios en la investigación, además de la riqueza de Chile en materia de fósiles.
Chile posee un patrimonio fósil de gran relevancia, pero su descubrimiento no es fruto del azar, sino de un meticuloso proceso científico. El paleontólogo y académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Alexander Vargas, desentraña cómo es el proceso de hallazgo de estos tesoros prehistóricos y advierte sobre las exageraciones mediáticas en torno a la controversial «desextinción» de especies.
Fascinado por los enormes «monstruos» que observó a temprana edad, el paleontólogo recuerda sus inicios en la investigación de los dinosaurios, especialmente «Deinonychus», un ejemplar que podía crecer hasta los 3,4 metros de largo y que vivió a principios del Período Cretácico, hace unos 115 millones de años atrás.
¿Cómo es el proceso de hallazgos?
Contrario a la creencia de que los paleontólogos cavan hoyos al azar esperando un golpe de suerte, el proceso de descubrimiento es una ciencia exacta que combina geología, estrategia y mucha paciencia. Según el investigador, el primer paso es estudiar los mapas geológicos para identificar zonas con «rocas sedimentarias de la edad correcta», como las del período de los dinosaurios.
«No empezamos a hacer un hoyo a ver si sale algo. Lo que hacemos es caminar, porque la misma erosión ya ha ido retirando la roca y vas a encontrar algo en la superficie», explica el investigador.
Una vez que se detecta un resto fósil asomando, comienza la fase más delicada. El objetivo, como aclara Vargas, no es desenterrar el hueso por completo, dado que exponerlo a la intemperie lo haría extremadamente frágil. En su lugar, los expertos recortan un perímetro de roca alrededor del hallazgo, creando un bloque compacto llamado «bochón». Este bloque se envuelve en una cubierta de yeso y arpillera, similar a un yeso para fracturas, con el fin de proteger la pieza durante su traslado al laboratorio.
Es en el laboratorio donde ocurre la verdadera magia. «Normalmente, allí es donde ocurren los descubrimientos más fascinantes, donde uno realmente se da cuenta de lo que se trajo«, comenta Vargas. Este trabajo de preparación, que implica retirar la roca grano a grano y reforzar el fósil con químicos, puede durar años, e incluso décadas para los ejemplares más grandes.
Chile como ventana al pasado
El territorio chileno es una ventana privilegiada a la historia del planeta. «Hemos encontrado cosas que son realmente únicas», afirma Vargas, destacando que los hallazgos en Chile han demostrado ser distintos a los de países vecinos como Argentina, lo que subraya el rol de Chile para entender la evolución de la vida.
En este contexto, el académico aborda con escepticismo las recientes noticias sobre la «desextinción» de especies como el lobo marsupial (tilacino) o el mamut lanudo. Califica estas afirmaciones como «mínimo exageradas» y «operaciones mediáticas».
Finalmente, el académico advierte sobre el peligro de estas narrativas, defendiendo que manipular genéticamente a un animal para que tenga algunas características de una especie extinta no es traerla de vuelta. «No podemos desextinguir a gusto».