En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Crioconcentración: La técnica que busca potenciar los beneficios de plantas nativas chilenas

  -

Tiempo de lectura: 2 minutos Investigadores de la Universidad de La Serena está desarrollando una avanzada tecnología conocida como crioconcentración, que promete revolucionar la forma en que se extraen los compuestos bioactivos de alimentos y plantas nativas.

Comparte:

Tradicionalmente, para concentrar un alimento se recurre al calor, un proceso que evapora el agua pero que, inevitablemente, degrada compuestos sensibles como la vitamina C, los polifenoles y las antocianinas, disminuyendo su capacidad antioxidante. La crioconcentración invierte este paradigma: en lugar de calentar, congela.

«La crioconcentración congela el alimento a bajas temperaturas, alrededor de -20 °C. En este proceso, el agua se transforma en cristales de hielo puros, expulsando todo lo que no es agua, como vitaminas, minerales y compuestos bioactivos», explica el Dr. Patricio Orellana, investigador de la Universidad de La Serena.

El principio es similar al de un granizado. «Imagina que succionas solo el jugo dulce con una bombilla, dejando atrás el hielo. Eso es, en esencia, la crioconcentración», añade Orellana. Esta técnica permite separar una fase de hielo (agua pura) de una fracción líquida altamente concentrada, que contiene todos los nutrientes y propiedades del fruto original, pero de forma potenciada y sin haber sufrido degradación térmica.

Esta tecnología, que se encuentra en su juventud, ya está siendo explorada en países como Colombia para el café y en España para jugos.

Del maqui al matico: El potencial para la salud y el medio ambiente

Gracias al financiamiento de proyectos Fondecyt de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), un equipo de investigadores de la Universidad de La Serena, liderados por Orellana, ha perfeccionado la tecnología y ahora se enfoca en su aplicación directa en la salud. La investigación actual se centra en frutos autóctonos como el calafate, el maqui, la murta y el arrayán, además de plantas medicinales como el matico.

«Ya sabemos que estos frutos son beneficiosos, por ejemplo, para cicatrizar. La pregunta que buscamos responder es: ¿qué pasa si sus compuestos están crioconcentrados? ¿Será su efecto mejor?», plantea el académico.

El proyecto, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Chile, la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) y la Universidad del Bío-Bío, evaluará el potencial anticancerígeno y antitumoral de estos concentrados a través de estudios in vitro y, posteriormente, en modelos animales.

Las aplicaciones de esta tecnología no se limitan a la alimentación. Orellana destaca su enorme potencial en otros campos, como la desalinización de agua de mar, donde se podría separar la sal del agua congelada, o la purificación de aguas residuales en la industria minera, separando metales y otros contaminantes. «Es una tecnología versátil con un futuro prometedor, que nos permite aprovechar de manera más eficiente y sostenible los recursos que tenemos en Chile», concluye el investigador.


Te puede interesar