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Auroras australes iluminaron la Patagonia chilena

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Tiempo de lectura: 2 minutos La madrugada de este miércoles 12 de noviembre, una tormenta geomagnética de nivel G4, calificada como «severa», provocó un inusual avistamiento de auroras australes en la Región de Magallanes, Aysén y el sur de Los Lagos.

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Una tormenta geomagnética de categoría G4 impactó la Tierra en la madrugada de este miércoles 12 de noviembre, desencadenando un espectáculo de auroras australes visibles desde Magallanes hasta el sur de Los Lagos.

La Red Geocientífica de Chile reportó el evento que causó asombro entre quienes lograron observar las luces en el cielo nocturno del extremo sur del país. Desde Punta Arenas, la visión fue clara, e incluso con un enfoque especial, las auroras pudieron ser captadas en Aysén y el sur de la Región de Los Lagos.

Este fenómeno, catalogado como «severo» por la Red Geocientífica de Chile, recuerda la pasada tormenta de mayo de 2024, que también impactó a los habitantes del país.

¿Qué es una tormenta geomagnética?

Una tormenta geomagnética es un fenómeno natural y fascinante que ocurre cuando el Sol expulsa una eyección de masa coronal (CME). Se trata de una gigantesca burbuja de gas cargado eléctricamente que viaja a millones de kilómetros por hora a través del espacio. Cuando esta masa coronal alcanza la magnetosfera de la Tierra, interactúa con nuestro campo magnético, generando intensas corrientes eléctricas.

Más allá del espectáculo de las auroras que provocan, las tormentas geomagnéticas tienen el potencial de interferir con una amplia gama de tecnologías. La infraestructura orbital terrestre, las comunicaciones por satélite, las redes de energía eléctrica, los sistemas de navegación (GPS) y las operaciones de radio pueden verse comprometidas.

Impactos de una tormenta G4

La escala de tormentas geomagnéticas más utilizada es la establecida por la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), que va de G1 (menor) a G5 (mayor). En un nivel G1, los efectos suelen ser menores, con posibles fluctuaciones en la red eléctrica y efectos en animales migratorios, mientras que las auroras son comunes en latitudes altas. Sin embargo, en una tormenta de categoría G5, los problemas pueden ser mayores, incluyendo colapsos totales de la red eléctrica, daños a transformadores y una interrupción generalizada de las comunicaciones por radio y satélite.

La reciente tormenta de categoría G4 en Chile se sitúa en el umbral de «severa» y sus efectos incluyen posibles problemas generalizados de control de voltaje y la desconexión errónea de activos clave en la red eléctrica. Las corrientes inducidas pueden afectar oleoductos, la propagación de radio de alta frecuencia (HF) se vuelve esporádica, la navegación por satélite se degrada durante horas y la navegación por radio de baja frecuencia se interrumpe.

Además, la observación de auroras boreales (o australes en nuestro hemisferio) se extiende a latitudes geomagnéticas de 45°, lo que explica su visibilidad en regiones más al norte de lo habitual en Chile.


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