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Mujeres trabajan más horas que los hombres pero reciben un tercio de sus ingresos

Mujeres trabajan más horas que los hombres pero reciben un tercio de sus ingresos

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 2 minutos Según el Informe sobre la Desigualdad Global, el trabajo de cuidados no remunerado representa casi el 20% del PIB, una carga sostenida mayoritariamente por mujeres que, según especialistas, deriva en una sobrecarga física y mental.

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La paridad de género en el mundo laboral sigue mostrando una brecha. Así lo confirma el más reciente Informe sobre la Desigualdad Global publicado por el Laboratorio Mundial de la Desigualdad (WIL), que revela que, si bien las mujeres han igualado e incluso superado a los hombres en niveles de escolarización, esto no se traduce en equidad económica.

Al sumar el trabajo remunerado con las labores domésticas, las mujeres trabajan más horas en total, pero perciben apenas un tercio de los ingresos que reciben los hombres.

Expertos de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) advierten que esta disparidad genera una «sobrecarga física y mental» que limita gravemente la autonomía económica femenina.

La paradoja de trabajar más y ganar menos

En el mercado laboral formal, las mujeres perciben en promedio un 61% de la remuneración por hora que reciben los hombres. Sin embargo, la brecha se profundiza al incorporar el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado; bajo esta lupa, el porcentaje de ingresos femeninos cae a un 32%.

Al considerar todas las actividades (productivas y reproductivas), las mujeres trabajan un promedio de 53 horas semanales, frente a las 43 horas de los hombres. A pesar de realizar el 55% del total de horas de trabajo a nivel global, solo representan el 39% de las horas en empleos pagados.

«En el mejor de los casos, las mujeres perciben hasta el 40% de los ingresos. Estamos lejos de la paridad«, expresó el autor principal del informe del WIL, Ricardo Gómez Carrera.

El «impuesto» de los cuidados no remunerados

En Chile, los datos del Ministerio de Hacienda y Comunidad Mujer respaldan la tendencia global con un impacto económico masivo. Se estima que el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado equivale al 19,2% del PIB Ampliado (2023), consolidándose como el sector económico más grande de Chile, superando incluso a la minería o el comercio.

De este aporte millonario, el 65,2% es generado exclusivamente por mujeres. En términos monetarios, el valor total de estas tareas asciende a $66.857 mil millones de pesos, de los cuales más de $43 mil millones corresponden al esfuerzo femenino.

Aquí persiste la inequidad; mientras las chilenas destinan en promedio 5 horas y 3 minutos al día a estas labores, los hombres dedican solo 2 horas y 53 minutos. Esta diferencia de más de dos horas diarias actúa como una barrera de entrada y permanencia en el mercado laboral formal.

Consecuencias en la salud mental

«La inserción masiva de las mujeres al mercado laboral, que ocurre con fuerza desde los años 80, no fue acompañada por una nueva organización social de los cuidados ni por una redistribución justa del trabajo que sostiene la vida cotidiana», explicó en Diario Usach la socióloga y académica, Débora Jana.

Jana advierte que persiste un imaginario cultural que atribuye a las mujeres «supuestas capacidades naturales» para cuidar. Esto no solo afecta las trayectorias profesionales, sino que tiene un costo humano. «Este problema histórico ha generado una sobrecarga física y mental en las mujeres y, en muchos hogares, también en niñas que asumen tareas domésticas para compensar las exigencias laborales de las personas adultas».

La especialista concluye que, si bien existen avances en políticas públicas, el desafío central es redefinir los roles históricamente asignados.


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