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«Vaciante y creciente»: El nuevo libro que revela la historia y los desafíos del buceo artesanal en Chile

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Tiempo de lectura: 2 minutos A través de una investigación interdisciplinaria, la obra rescata los testimonios de buzos desde el norte hasta la Patagonia, visibilizando un oficio clave para la sostenibilidad de los recursos bentónicos y la identidad costera del país.

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Pese a ser el motor que permite la extracción de recursos emblemáticos como el loco, el erizo y la lapa, la figura del buzo suele quedar bajo la sombra del pescador tradicional. Para cerrar esta brecha de conocimiento, un equipo de investigadores presentó recientemente el libro de descarga gratuita «Vaciante y creciente: Inmersiones en el buceo artesanal de Chile», una obra que combina antropología, biología marina y sociología para documentar una práctica ancestral que hoy enfrenta una encrucijada histórica.

La investigación fue liderada por la antropóloga Susana Cárcamo, junto al biólogo marino Stefan Gelcich y el sociólogo Rodrigo Estévez. El proyecto, que contó con el respaldo del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) y el Centro CAPES, recopila más de treinta testimonios de hombres y mujeres que habitan el borde costero, desde las caletas del norte hasta los canales de la Patagonia.

Un modo de vida bajo el mar

A diferencia de un artículo científico tradicional, «Vaciante y creciente» busca llegar a un público masivo para transformar el buceo artesanal en parte del acervo cultural de Chile. El libro explora cómo esta actividad estructura relaciones comunitarias y sentidos de pertenencia profundos. Para los protagonistas, el buceo no es solo un empleo, sino un eje vital que ha permitido educar familias y levantar hogares bajo condiciones extremas.

«El ser buzo significa todo. Formé un hogar y eduqué a mis hijas con el buceo; no le puedo pedir más a la vida», relata Modesto Santis, buzo con más de 50 años de trayectoria en Las Cruces. Este sentimiento es compartido por trabajadores de todo el país, como Simón Díaz en Calbuco y Antonia Mayorga en Hualaihué, quienes destacan el sacrificio de desafiar los temporales y la distancia para llevar el sustento al hogar mediante el buceo semiautónomo (hookah).

Sin embargo, los autores advierten una deuda histórica. «Socialmente está más instalada la imagen del pescador artesanal; hasta poemas y canciones se le han dedicado, no así al buzo«, señala Susana Cárcamo.

Sustentabilidad y recursos bentónicos

Desde una perspectiva científica y de gestión, el libro sitúa al buceo como un componente estructural del co-manejo de recursos marinos en Chile. Los buzos no solo extraen; son actores clave en la implementación de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos.

Pese a su importancia para la seguridad alimentaria, la investigación revela una realidad preocupante: la falta de relevo generacional. La informalidad laboral, los riesgos de accidentes y la competencia con otros sectores económicos están provocando una deserción de los jóvenes del oficio.

«Hay un vacío importante sobre esta temática a nivel académico. Si no se realiza un trabajo colaborativo entre científicos, el Estado y las personas ligadas al mar, la precariedad seguirá en aumento«, advierte Cárcamo. Por su parte, Stefan Gelcich subraya «los desafíos son numerosos, pero las oportunidades para un sector próspero son aún mayores si logramos visibilizar su importancia vital».


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