Seis nuevas granjas marinas en Coquimbo impulsarán la producción acuícola sostenible
Tiempo de lectura: 2 minutos La iniciativa benefició a seis sindicatos de pescadores artesanales de la región, quienes valoraron su potencial para una producción sostenible y económicamente estable.
Un exitoso proyecto liderado por la Universidad Católica del Norte (UCN), y financiado por el Gobierno Regional, instaló seis granjas marinas en caletas de la región de Coquimbo.
La iniciativa busca potenciar la productividad de los pescadores artesanales a través de un un sistema de acuicultura sostenible que permite el cultivo simultáneo de diversas especies. Además, aumenta la productividad de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERBs) y ofrece nuevas oportunidades económicas para las comunidades locales.
«Granjas Marinas: Innovación Productiva en Áreas de Manejo» es el nombre del proyecto desarrollado durante 28 meses por el Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la UCN, que ha mostrado resultados prometedores.
Alternativa sostenible
A diferencia de la acuicultura tradicional, que a menudo se basa en el monocultivo masivo con potenciales impactos ambientales, las granjas marinas proponen un enfoque ecosistémico. Este modelo, conocido como acuicultura multitrófica integrada, se basa en la sinergia entre distintas especies marinas.
El investigador de la UCN y director del proyecto, Cristian Sepúlveda Cortés, explicó que este enfoque se hace cargo del fondo marino de una manera revolucionaria.
«Gracias a la iniciativa se puede trabajar con un enfoque distinto de la acuicultura tradicional, un enfoque que se hace cargo del fondo marino, no sólo por cumplir la normativa, sino que busca sinergias multitróficas, es decir, lo que una especie bota como desperdicio, le sirve de alimento a la otra», detalló el investigador.
Este modelo de «granja» permite a los pescadores combinar los desembarques de poblaciones naturales con los cultivos de diferentes especies como ostiones, ostras y piures. Esta diversificación les otorga una mayor capacidad para enfrentar las fluctuaciones del mercado y los efectos del cambio climático, asegurando una fuente de ingresos más estable.
El impacto en las caletas
El proyecto benefició directamente a seis organizaciones de pescadores artesanales en las comunas de La Higuera, Canela y Los Vilos. Para ellos, esta iniciativa representa más que una simple mejora productiva, representando una nueva forma de relacionarse con el mar.
El presidente del Sindicato de Caleta Cascabeles, Pedro Cortés Pastén, valoró el proyecto, argumentando que «habitualmente somos extractores. Las granjas marinas, aun cuando tenemos que esperar un poco, nos da resultado. Estamos como los campesinos, sembrando para después cosechar«.
Actualmente, el sindicato ya cultiva piure, ostiones y ostras japonesas, con planes de expandir sus 8 líneas de cultivo actuales a las 28 autorizadas.
Una experiencia similar compartió el presidente del Sindicato de Chigualoco, Roberto Collao Ramos, donde sus 30 socios ya están cosechando piure con éxito. «Este es un trabajo a futuro, algo alternativo que va sobre lo que trabajamos durante el año y que nos ayudará económicamente».
Por su parte, el jefe de división de fomento e industria del GORE Coquimbo, Javier Velásquez Novoa, resaltó cómo «el trabajo que desarrolla la academia en conjunto con los sectores productivos de la región trae buenos resultados bajo la incorporación de nuevas tecnologías».
