Científicos chilenos adaptan IA que predice el cáncer de pulmón años antes de su aparición
Tiempo de lectura: 2 minutos Científicos de la Universidad de Chile y especialistas del Instituto Nacional del Tórax sellaron una colaboración clave para traer a Chile una de las tecnologías más avanzadas del mundo en la lucha contra el cáncer.
Una pionera alianza entre el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile y el Instituto Nacional del Tórax busca transformar la detección del cáncer de pulmón en el país. A través de un innovador software de inteligencia artificial (IA) desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), los especialistas podrán predecir el riesgo de que un paciente desarrolle la enfermedad en el futuro, incluso años antes de que un tumor sea visible en un escáner.
El convenio permitirá implementar y adaptar esta tecnología de vanguardia a la realidad chilena, con el objetivo de crear programas de screening (tamizaje) más eficientes y personalizados, que podrían salvar miles de vidas al anticiparse a una de las enfermedades oncológicas más letales.
El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte por cáncer a nivel mundial, en gran parte debido a su diagnóstico tardío. «En Estados Unidos, más del 50% de los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón muere antes del primer año», explica Susana Mondschein, investigadora del ISCI y directora académica de Ingeniería Industrial de la U. de Chile. «Casi el 80% de ellos recibe un diagnóstico tardío. Si se pudiera detectar en etapas tempranas, la sobrevida aumenta notablemente», agrega.
Diagnóstico tardío y la solución de la IA
Aquí es donde la inteligencia artificial entra en juego. El software, llamado SIRI, analiza tomografías computarizadas (escáneres) de tórax de baja dosis. Su capacidad revolucionaria radica en que puede identificar patrones y marcadores de riesgo en las imágenes que son imperceptibles para el ojo humano.
«La gracia de este software es que, mirando una única imagen, te puede decir cuál es tu riesgo de desarrollar cáncer en los próximos cinco años, incluso cuando un radiólogo no ve ningún tumor», detalla Mondschein. Cabe destacar que esta herramienta no reemplaza al médico, sino que le entrega una poderosa capa de información adicional para estratificar a la población por niveles de riesgo y decidir con qué frecuencia se debe citar a cada paciente para un nuevo control.
Adaptación a la realidad chilena: Un piloto para 2025
Uno de los aspectos más importantes del proyecto es la necesidad de «entrenar» y calibrar el modelo de IA para la población chilena. Factores como las características genéticas de los pacientes o las especificaciones técnicas de los equipos de escáner utilizados en el país pueden influir en la precisión del algoritmo.
Para esta tarea, el equipo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile utilizará su supercomputador, el más potente del país, para procesar miles de imágenes de escáneres que el Instituto Nacional del Tórax ha recopilado desde 2014. «La idea es que ojalá durante 2025 lo tengamos calibrado con datos chilenos», proyecta la investigadora.
Una vez ajustado, el software será de uso gratuito para el sistema de salud público y no requerirá de infraestructura compleja. «Se puede cargar en un computador común y corriente. Es muy escalable a nivel nacional», asegura Monchain.
Esta colaboración, respaldada por la directora del Instituto Nacional del Tórax, Dra. Begoña Yarza, no solo representa un salto tecnológico, sino también un cambio de paradigma cultural hacia la aceptación y uso de la IA en la salud. El objetivo final es claro: pasar de una medicina reactiva a una predictiva, anticipándose a la enfermedad para salvar vidas.