Tierra de Volcanes: Magnetotelúrica, la técnica que revela cambios ocultos en los volcanes chilenos
Tiempo de lectura: 2 minutos En el último capítulo de Tierra de Volcanes, el investigador principal del Instituto Milenio Ckelar Volcanes, Daniel Díaz, destaca la relevancia de conocer cómo actúan los sistemas magmáticos para prevenir desastres.
El monitoreo volcánico en Chile ha sido testigo de una rápida evolución, incrementando los recursos tecnológicos y humanos, convirtiéndose en una red «más robusta y completa». La magnetotelúrica, una herramienta geofísica de exploración, se utiliza no solo para el análisis volcánico, sino también en el exploración minera. En el último capítulo de Tierra de Volcanes, el investigador principal del Instituto Milenio Ckelar Volcanes, Daniel Díaz, explica los principales usos, procedimientos y resultados del exahustivo monitoreo.
Estas nuevas técnicas en el volcán Llaima, Calbuco y Villarrica, los cuerpos rocosos más activos de Chile, registraron su mejora tras la erupción del volcán Chaitén en 2008. En ambientes volcánicos, estudios han demostrado que el magma funciona como un potencial conductor.
Acompañados con el equipo, los investigadores se instalan en terreno para medir la señal o el campo magnético natural de la tierra, lo que les permite entender cómo encontrar material conductor sobre la superficie, con la finalidad de comprender cómo funcionan los sistemas magmáticos en un volcán y cómo se relacionan con los elementos de la erupción.
«Para medir con esta técnica, lo que hacemos es medir por lapsos de 24 horas en cada punto. Entonces tenemos que hacer campañas donde cubrimos el entorno de un volcán con unos 20 puntos de medición. Eso puede tomar un par de semanas», explica el académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.
Análisis del volcán Villarrica, Llaima y Calbuco
Motivados por la frecuencia eruptiva de los gigantes de lava, los investigadores han estudiado más en profundidad el volcán Villarrica, con una altura de 2.860 metros. «Es un volcán que se destaca sobre el resto de los de Chile. Tiene erupciones de ciertas características, por ejemplo de columnas de cenizas que no son tan altas. Eso ha ido afectando a su entorno más cercano y a las localidades del entorno».
En esa misma línea, el valor clave de este tipo de estudios radica en la prevención del riesgo y su impacto en asentamientos humanos.
«Lo que nosotros hemos identificado, trabajando con esta técnica, es que hay un sistema de acumulación magmática en el volcán Villarrica que está hacia el Este del cráter principal y que está bajo una zona que es como una caldera volcánica. Ahora podemos estudiar ese volumen en el tiempo, porque pensamos que está ligado a la salida principal del magma», detalla el académico, revelando que este análisis podría ayudar a mejorar alertas y aminorar los daños.
Expediciones en terreno
Como parte de su trabajo, el investigador relata que su trabajo en compañía de estudiantes requiere de resistencia y esfuerzo físico, ya que se instalan con sus equipos alejados de los habitantes. «Es súper bonito porque uno conoce lugares que no conocería como turista».
Con una duración entre 2 y 3 semanas, los investigadores se dedican a estudiar la personalidad de cada volcán con tecnologías de punta.