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Más allá del dulce: Cómo la alimentación impacta en la salud dental

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Tiempo de lectura: 2 minutos La salud bucal es un pilar fundamental del bienestar general, y aunque la higiene es clave, la alimentación juega un rol más decisivo de lo que se cree en la aparición de caries y otras enfermedades.

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Cuando visitamos al dentista, la rutina suele centrarse en la higiene: frecuencia de cepillado, productos utilizados y limpiezas regulares. Sin embargo, una pregunta crucial rara vez se formula: «¿Qué comes?».

La Dra. Marianela Gómez, académica de la Universidad de Concepción (UdeC), destaca que esta omisión es sorprendente, considerando que la dieta es uno de los principales factores, junto con la higiene, que inciden en el desarrollo de caries y enfermedades periodontales.

La experta enfatiza que, si bien la caries es multifactorial, una dieta rica en hidratos de carbono es un potente catalizador. La dificultad, explica la especialista, radica en que modificar la alimentación es más complejo que ajustar la técnica de cepillado.

Las restricciones económicas, los ritmos de vida acelerados y las largas jornadas laborales a menudo nos empujan a consumir alimentos altos en carbohidratos para mantener la energía, lo que puede ser perjudicial para nuestros dientes. «Para mí sería ideal que todas las personas tuvieran una dieta saludable, pero justamente lo que es saludable no es precisamente lo más económico«, señala Gómez, destacando una realidad que afecta a gran parte de la población chilena.

Carbohidratos y ácidos: Enemigos del esmalte

Es común que las caries estén asociadas directamente con los dulces. Aunque esto es cierto, la Dra. Gómez advierte que no son solo los caramelos o las gomitas las que representan un riesgo. «Todo lo que son carbohidratos», subraya, incluyendo alimentos tan básicos y arraigados en la dieta chilena como el pan, el arroz y los fideos.

Estos alimentos, al ser carbohidratos, se transforman en azúcares en la boca, alimentando las bacterias que producen ácidos y erosionan el esmalte dental. El arroz, además, por su textura pegajosa, puede quedarse adherido a los dientes, prolongando el tiempo de exposición a los ácidos si la higiene no es óptima.

Pero el problema no se limita a los carbohidratos. Los alimentos ácidos, como las bebidas energéticas, el limón (muy popular en infusiones y preparaciones) y, especialmente, el alcohol que abunda en festividades, también desmineralizan el esmalte, haciéndolo más delgado y vulnerable al ataque de las caries.

La creencia popular de que una bebida «cero» o «light» es inocua para los dientes es un error: «la Coca-Cola cero igual tiene ácidos y esos desmineralizan los dientes, entonces promueven mucho más la aparición de caries«, aclara la académica.

Recomendaciones

La solución no es eliminar por completo estos alimentos, sino aprender a combinarlos inteligentemente y reforzar la higiene. La Dra. Gómez recomienda acompañar los carbohidratos con proteínas y grasas, que disminuyen el proceso cariogénico, y reducir las porciones.

Alimentos como pescados, lácteos, semillas, frutos secos, tés y verduras/frutas crujientes (como el apio) son grandes aliados. Estos últimos, al aumentar el flujo salival, contribuyen a una «autolimpieza» natural de la boca, reduciendo la cantidad de microorganismos y el ácido que producen.

Un consejo práctico: si vas a consumir un dulce, hazlo de una sola vez en lugar de a sorbos o por trozos durante el día, y si no puedes evitarlo, cepíllate los dientes antes para reducir la carga bacteriana.

La asignatura de Cariología en la Universidad de Concepción, donde la Dra. Gómez imparte clases, pone un fuerte énfasis en la dieta. El objetivo es que los futuros odontólogos estén preparados para educar a sus pacientes sobre hábitos alimenticios saludables, reconociendo que la prevención es siempre el tratamiento más eficaz y menos costoso.

La clave está en no postergar las visitas al dentista. Ir al menos una vez al año, o cada seis meses si se tienen factores de riesgo, permite abordar problemas con técnicas menos invasivas, dolorosas y, crucialmente, más económicas.


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