Por qué la eutrofización transformó al Lago Vichuquén en un peligro para la salud pública
Tiempo de lectura: 2 minutos Con la presencia de Nodularia, un género de microalgas que libera toxinas peligrosas para el hígado, la Seremi de Salud del Maule declaró el lago como zona de riesgo sanitario.
La Seremi de Salud de la región del Maule declaró recientemente al Lago Vichuquén como «zona de riesgo sanitario», una medida que se extenderá hasta marzo del 2026. El responsable de esto es una floración masiva de cianobacterias del género Nodularia, un fenómeno que transforma el paisaje y pone en peligro tanto a la población como a la fauna local.
La situación se agravó tras la muerte de ocho perros que bebieron agua del lago, la que era cristalina y ahora está tapada de un verde espeso y fluorescente que se acumula en las orillas.
Según el exdecano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción (UdeC), Roberto Urrutia Pérez, lo que ocurre en Vichuquén no es un hecho aislado, sino la consecuencia directa de la eutrofización. Este proceso se define como el enriquecimiento excesivo de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, en el cuerpo de agua.
«Esto genera un cambio en la calidad del agua que permite que se desarrollen estas floraciones de cianobacterias. Los nutrientes provienen de actividades antrópicas, llegando al lago a través de descargas de aguas domésticas, la agricultura o por los ríos tributarios», señala Urrutia.
¿Qué son las cianotoxinas?
Cabe precisar que, el aumento de las temperaturas globales, la alta radiación solar y la estabilidad de la columna de agua crean el «caldo de cultivo» perfecto para que estas microalgas proliferen de manera exagerada. El académico advierte que este patrón se está repitiendo en otros cuerpos de agua del sur de Chile, como el Lago Villarrica, aunque con diferentes especies de cianobacterias debido a la salinidad particular de Vichuquén.
El mayor peligro de estas floraciones no es solo visual. Estas bacterias producen cianotoxinas, compuestos químicos que pueden impactar en la salud humana y animal.
«La especie presente en el Lago Vichuquén genera toxinas que causan principalmente problemas hepáticos«, advierte Urrutia. Además del daño al hígado, el contacto directo con el agua contaminada puede provocar cuadros de alergia severa e infecciones cutáneas. Por ello, la recomendación es evitar cualquier tipo de contacto con el agua, ya sea para baño, deportes náuticos o consumo.
Por su parte, el experto en áreas silvestres y conservación de la naturaleza y académico de la Universidad de Santiago (Usach), Alberto Alaniz, señaló a Diario Usach que estas cianobacterias «no son nocivas en sí mismas, ya que son organismos fotosintéticos. El problema es que en grandes cantidades producen toxinas que pueden ser negativas para los animales. Para un perro pueden ser mortales, sin embargo, para el caso de un humano es menos probable que su consumo produzca el deceso, pero sí podría generar un cuadro de intoxicación fuerte«.
Monitoreo y medidas de prevención ciudadana
Actualmente, la Universidad de Concepción está apoyando a la Dirección General de Aguas (DGA) con un monitoreo constante para determinar no solo la presencia de las bacterias, sino la concentración real de toxinas en el agua. «A veces tienes la floración, pero no la toxina. Sin embargo, siempre hay que aplicar el principio de precaución«, enfatiza el exdecano.
Ante la falta de una normativa visual estandarizada en los balnearios lacustres, Urrutia sugiere adoptar sistemas internacionales de advertencia, similares a las banderas en las playas (roja para peligro, verde para apto).
«Si te metes al agua hasta la rodilla y no puedes ver tus pies, no debes bañarte«, expresa el académico. Esta falta de transparencia es el indicador más inmediato de una floración algal activa y del riesgo latente que esconden las aguas del Vichuquén.