Obesidad infantil supera por primera vez al bajo peso como la forma más común de malnutrición

Tiempo de lectura: 2 minutos Un informe de UNICEF revela que 188 millones de niños, niñas y adolescentes en edad escolar padecen obesidad, cifra que ya sobrepasa la prevalencia del bajo peso.
Por primera vez en la historia, la obesidad ha superado al bajo peso como la forma más prevalente de malnutrición entre niños, niñas y adolescentes (NNA) en edad escolar a nivel mundial. Así lo revela un informe publicado por UNICEF basado en datos recopilados en más de 190 países, que arroja que 188 millones de escolares, o uno de cada diez, padece obesidad, exponiéndolos a enfermedades potencialmente mortales.
El documento, titulado «Alimentando el negocio: Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia», destaca una preocupante transición en los patrones de malnutrición. Mientras que la prevalencia del bajo peso en NNA de 5 a 19 años se ha reducido del 13% al 9,2% desde el año 2000, la obesidad ha escalado del 3% al 9,4%, superando al bajo peso en todas las regiones, excepto en África Subsahariana y Asia Meridional.
Este cambio es particularmente visible en países insulares del Pacífico, donde el abandono de dietas tradicionales en favor de alimentos importados, baratos y de alta densidad energética ha provocado índices de obesidad de hasta el 38%. En el caso de Chile, y pese a que introdujo hace casi diez años la Ley de Etiquetado, figura entre los países con altos índices de obesidad, con un 27% de niños y niñas de entre 5 y 19 años afectados.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, advierte que «los alimentos ultraprocesados están desplazando cada vez más el consumo de fruta, verdura y proteínas, en un periodo de la vida en el que la nutrición es esencial para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud mental de los niños y niñas».
Medidas urgentes para proteger la salud infantil
Se considera que los niños y niñas presentan sobrepeso cuando pesan mucho más de lo que es sano para su edad, sexo y estatura, destaca el documento. La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina e hipertensión arterial, así como otras enfermedades que pueden ser mortales a lo largo de la vida, como la diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y determinados tipos de cáncer.
De acuerdo con el informe, las repercusiones sanitarias y económicas de la obesidad infantil son a largo plazo y devastadoras, estimándose que superarán los cuatro billones de dólares anuales a nivel global para 2035.
Ante este panorama, UNICEF enfatiza la necesidad de prohibir la venta de alimentos ultraprocesados y la publicidad de productos insalubres en las escuelas, junto con el fortalecimiento de programas de protección social para asegurar que las familias vulnerables tengan acceso a una alimentación nutritiva.
«Para favorecer su crecimiento y su desarrollo, todos los niños y niñas deben tener acceso a una alimentación nutritiva y asequible. Se necesitan urgentemente políticas que ayuden a los progenitores y cuidadores a acceder a alimentos nutritivos y saludables para sus hijos», concluye Russell.