Cell2Fire de la U.Chile: Uso de data para prevenir incendios

Tiempo de lectura: 2 minutos “Ya no basta con combatir los incendios, hay que tomar medidas previas para que estos no causen tanto daño”, plantea Andrés Weintraub de la Universidad de Chile, quien lidera el desarrollo de Cell2Fire, sistema que es capaz de predecir dónde partirán los próximos incendios con una certeza de entre 85% y 90%.
Los devastadores incendios forestales que han sufrido Australia, Portugal, Brasil y Chile en los últimos años -en nuestro caso, en 2017 y 2023- se atribuye, en gran medida, al cambio climático y al consecuente aumento de las temperaturas. Para Andrés Weintraub, Profesor Titular de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile e investigador senior del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) “las clásicas cifras 30-30-30, esto es sobre 30 grados de temperatura, vientos de más de 30 kilómetros por hora y humedad bajo 30%, como indicadoras de peligro, lamentablemente ya quedaron atrás”.
Plantea, además, que estudios meteorológicos y de incendios han mostrado que, con temperaturas por sobre 40 grados y vientos a alta velocidad, se magnifican los incendios en forma no lineal, transformándolos en megaincendios. Un peligro inminente en meses de altas temperaturas, lo que ha llevado a que exista una mayor preocupación por estos eventos.
Analytics forestal
En esta línea, Weintraub, presenta un sistema pionero de prevención para minimizar los daños que provocan los incendios forestales. Este grupo, llamado“Fire Management and Advanced Analytics”, alojado en el ISCI, desarrolla herramientas analíticas de frontera con especialistas de Canadá, Estados Unidos, España, Portugal e Italia, un trabajo que ha sido apoyado por proyectos Fondef y europeos. Entre ellos figura Fire-Res, que involucra a más de 30 instituciones en torno a la investigación aplicada sobre incendios forestales y que modela medidas de resiliencia frente a megaincendios.
El proyecto analiza las tres fases de un incendio: En primer lugar, la prevención, que implica analizar qué medidas tomar para que este cause el menor daño posible, tanto en minimizar igniciones, como en evitar su propagación a lugares de alto valor, en particular a sectores poblados. Una segunda fase tiene relación con el combate, a través de equipos de brigadas, aviones y helicópteros, y un tercer momento que involucra a la restauración, orientada a qué hacer después de un incendio, una etapa que incluye la reposición de viviendas e infraestructura y apoyo psicológico a las víctimas.
El investigador explica que mediante machine learning y utilizando estadísticas de igniciones pasadas han podido determinar con bastante exactitud las probabilidades de zonas (celdas de 100 por 100 metros) donde partirán los próximos incendios, con una certeza entre 85% y 90%.
De esta manera, señala el investigador, «ya no basta con combatir los incendios, hay que tomar medidas previas para que estos no causen tanto daño”. Para abordar este desafío, el equipo de investigación que dirige Weintraub creó “Cell2Fire”, un sistema que utiliza modelos de simulación avanzados para prevenir la propagación de incendios en función de diversos factores, como topografía, vegetación, clima y vientos, entre otros, y en el cual trabajan de la mano de CONAF, CORMA y SENAPRED (Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres).
Gestión de incendios forestales
El investigador considera que la prevención en Chile puede mejorarse de manera significativa mediante herramientas analíticas construidas a partir de Data Science, inteligencia artificial y estadísticas, Weintraub cuenta que también trabajan con los pequeños propietarios que viven en la interfaz urbano-rural, que es donde se producen más eventos, “generalmente, cerca de caminos y de donde vive la gente, que es lo más peligroso”.
“Estamos comenzando una colaboración con una red de prevención de incendios comunitaria, una organización que incluye 367 comités que representan a distintas comunidades en seis regiones en zonas de incendios, preocupadas de medir los riesgos, tomar medidas de prevención y coordinar combates de incendios», detalla el académico. Indica, además, que estos comités cubren 450 hectáreas y se preocupan de la prevención, educación y reacción ante incendios en forma colaborativa. «La idea es apoyar estas decisiones con las herramientas que estamos desarrollando en forma conjunta con las comunidades”, afirma.
Fuente: U. de Chile