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Astrofotógrafa chilena Cari Letelier registra sorprendente aurora boreal en Islandia

Astrofotógrafa chilena Cari Letelier registra sorprendente aurora boreal en Islandia

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Tiempo de lectura: 2 minutos Cari Letelier fue testigo y guía de un evento inolvidable en Islandia: una deslumbrante aurora boreal que tiñó el cielo ártico de vibrantes tonos verdes y violetas.

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La madrugada del 8 de octubre, la astrofotógrafa chilena y líder de expediciones, Cari Letelier, presenció en Islandia un sorprendente espectáculo de luces celestiales. Una poderosa aurora boreal iluminó la oscuridad, transformando el paisaje con colores esmeralda y violeta.

La emoción fue tal que Cari, a pesar de los años de experiencia, despertó a su grupo de 14 viajeros, provenientes de Colombia, Puerto Rico y Chile, para compartir este momento irrepetible.

«¡Qué hermosa! Díganme si no es tan linda como para llorar«, dice Letelier en el registro. El video fue compartido en sus redes sociales, destacando la magnitud del evento y la suerte de su grupo de aventureros, que pudo vivir una experiencia «mil veces mejor que la IA».

La ciencia detrás de las luces del norte

Las auroras boreales, bautizadas por Galileo Galilei en 1619 en honor a la diosa romana del amanecer, Aurora, son mucho más que un hermoso espectáculo. Son el resultado de una compleja interacción entre el Sol y la Tierra. Cuando el viento solar —un flujo de partículas cargadas— choca con el campo magnético terrestre, los iones solares quedan atrapados en la ionosfera. Al colisionar con átomos de oxígeno y nitrógeno, liberan energía en forma de luz, creando los característicos patrones verdosos y, a veces, rojizos o violáceos, visibles desde las regiones polares.

Para Cari Letelier, cazar estas luces es una ciencia y un arte. «La gente cree que es llegar acá y ver las auroras, pero no es así», explicó la astrofotógrafa en una conversación con Cooperativa Ciencia. La observación exitosa requiere de condiciones específicas: noche total, abundante actividad solar y un clima despejado con baja nubosidad. Febrero se considera el mejor mes para observarlas, y es crucial alejarse de la contaminación lumínica de las grandes urbes islandesas.

Consejos para los cazadores de auroras

Si bien las auroras pueden verse desde otros países nórdicos como Noruega, Finlandia y Suecia, Islandia se presenta como la opción ideal debido a sus temperaturas más moderadas. Mientras que en otros lugares el invierno puede alcanzar fácilmente los -20°C o incluso -40°C, en Islandia los promedios oscilan entre -3°C y -5°C, lo que hace la experiencia mucho más tolerable. «Se deben cumplir muchas condiciones para poder verlas. Las auroras boreales son quisquillosas«, concluye Cari Letelier.

La emoción de la experiencia fue palpable entre los viajeros. Una integrante chilena de la expedición compartió: «Fue una aurora que nos costó. Llevábamos varios días. Habíamos tenido una que otra muy suave y sutil, pero sí nos faltaba la experiencia de esa que ve igual de intensa a través de la foto, con tus propios ojos. Es un momento que nunca se me va a olvidar».


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