Descubren en Magallanes el mamífero placentario más antiguo de Chile
Tiempo de lectura: 3 minutos La identificación de Albertogaudrya unica, un mamífero herbívoro que deambuló por el sur de Sudamérica hace más de 37 millones de años, amplía la comprensión de la distribución y evolución de la fauna austral prehistórica.
Un pequeño molar inferior, encontrado entre las rocas de la Formación Río Turbio en Sierra Baguales, Provincia de Última Esperanza, en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, se transformó en una pieza relevante para conocer más sobre la vida mamífera en el extremo sur del continente.
El hallazgo, recientemente publicado y destacado en la portada de la prestigiosa revista Andean Geology del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), corresponde a una especie del extinto orden Astrapotheria. Este grupo habitó la zona durante el Eoceno medio a tardío, entre 40 y 37 millones de años atrás, ofreciendo una oportunidad para acceder a un pasado remoto.
El estudio fue liderado por Juan Enrique Bostelmann, paleontólogo, encargado de la Unidad de Paleontología y Biocronología de Sernageomin, investigador asociado del Núcleo Milenio Transiciones Evolutivas Tempranas de Mamíferos (EVOTEM) y candidato a Doctor en Ciencias, mención en Ecología y Evolución de la Universidad Austral de Chile.
«Los dientes en los mamíferos son estructuras muy específicas y tremendamente informativas: nos hablan del tipo de dieta de los animales, de sus especializaciones ecológicas, del parentesco con otras especies y del tipo de ambiente en que vivieron», destaca Bostelmann.
Para Albertogaudrya unica, la evidencia sugiere que era un herbívoro de gran tamaño, cuya dieta incluía hojas, ramitas y hierbas, probablemente en entornos pantanosos o fluviales.
Una nueva pieza en el rompecabezas de la fauna patagónica
El análisis morfológico del fósil confirmó que este pertenece a Albertogaudrya unica, una especie que previamente solo había sido registrada en Chubut, Argentina, y en la Región de Aysén, Chile. El descubrimiento en Magallanes extiende la distribución conocida de este género en más de 400 kilómetros hacia el sur, proporcionando una evidencia sobre la interconexión geográfica de las faunas australes durante el Cenozoico.
«De este período conocemos muy poco sobre los mamíferos del sur de Patagonia», señaló el investigador. «Este descubrimiento, junto a otras evidencias, nos sugiere vínculos geográficos con zonas de más al norte, conformando un patrón biogeográfico común en aquella época. Gracias a este hallazgo empezamos a visualizar que, durante este periodo, la flora y fauna a lo largo de Patagonia era más bien homogénea».
Los astrapoterios, a los que pertenece Albertogaudrya, fueron mamíferos herbívoros exclusivos de Sudamérica. Alcanzaron su apogeo entre los 50 y 15 millones de años atrás, extinguiéndose hace unos 10 millones de años. Se estima que Albertogaudrya pesaba alrededor de 200 kilos, un tamaño intermedio entre un tapir y un toro.
Visualmente, Bostelmann describe a este animal como «una extraña mezcla entre un rinoceronte, hipopótamo y tapir; sin embargo, pertenece a un linaje de mamíferos completamente distinto y exclusivo de Sudamérica, sin equivalentes en el mundo actual».
La ciencia al servicio del patrimonio
El molar fue recolectado hace varios años durante el desarrollo del Proyecto Anillo de Ciencia Antártica, liderado por la Dra. Teresa Torres. Tras permanecer resguardado, los investigadores lograron su revisión y descripción científica.
Bostelmann señala que existe un gran interés en conservar estos ejemplares en Magallanes. Por ello, señala, se está gestionando, con el apoyo de autoridades patrimoniales regionales y el Consejo de Monumentos Nacionales, la posibilidad de establecer un repositorio formal en Puerto Natales. Esto permitiría que estos fósiles permanezcan en una colección local, accesible para todos.
Bostelmann destacó la labor histórica de Sernageomin en la investigación y resguardo del patrimonio fósil chileno. «Nuestra colección de Sernageomin es una de las más importantes, pues nació a comienzos del siglo pasado en el antiguo Instituto de Investigaciones Geológicas, y hoy contiene ejemplares de gran relevancia. Estos se resguardan en la Unidad de Paleontología y Biocronología y el Museo Geológico de Sernageomin».