Detectan por primera vez contagios entre mamíferos marinos del virus influenza aviar H5N1

Tiempo de lectura: 2 minutos Investigadores de la Universidad de Chile advirtieron que, tras su llega a Chile, el virus mutó, lo que permitió su transmisión entre mamíferos del cono Sur.
La gripe aviar H5N1 altamente patógena marcó su presencia en Chile por primera vez a fines del 2022, afectando significativamente el entorno del continente antártico, a las aves marinas y, posteriormente a los mamíferos como lobos marinos. Este virus, sin precedentes en la región sur, hoy está generando un alza en los contagios entre mamíferos.
Un estudio liderado por la Universidad de Chile confirmó que el virus mutó en el país, permitiendo por primera vez su transmisión en mamíferos marinos. El hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, documentó el inicio de una panzootia, conocida como pandemia animal, que trae graves consecuencias para la vida silvestre y la salud pública.
«Hoy hablamos de una panzootia: una pandemia animal con gran impacto en la vida silvestre y animales de producción, que luego tiene fuertes consecuencias en la producción de alimentos e incluso con implicancias en la salud pública», alertó el académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) y quien encabezó la investigación, Víctor Neira.

Víctor Neira, académico de la Universidad de Chile.
Un nuevo escenario para la influenza aviar
El equipo científico, a través de un exhaustivo análisis genético, determinó que, si bien el virus llegó desde Norteamérica, sufrió mutaciones clave en territorio chileno.
«Detectamos adaptaciones inéditas que le permitieron replicarse mejor en mamíferos. Fue el primer indicio de que el virus podía transmitirse entre ellos. Y eso ocurrió aquí, en Chile», señaló Neira.
Impacto y riesgos latentes
La propagación del virus H5N1 ha sido rápida, afectando «poblaciones animales sin anticuerpos, causando estragos en aves silvestres y mamíferos marinos».
Actualmente, el equipo de la Universidad de Chile está investigando la posible presencia del virus en la Antártica.
«Ya encontramos casos en aves depredadoras y mamíferos marinos, pero aún no en pingüinos. Si el virus se adapta a esa especie, podría provocar un desastre ecológico en la región», enfatizó el académico.