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Científicos detectaron alta prevalencia de influenza aviar altamente patogénica en la Antártica

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Tiempo de lectura: 3 minutos El académico, Víctor Neira, lidera un proyecto para la vigilancia del virus en el continente blanco, que ha encendido las alarmas en la comunidad científica por los impactos ecológicos que puede generar.

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Científicos chilenos implementaron un programa de vigilancia pionero en la Antártica, lo que reveló la presencia y diseminación de la influenza aviar altamente patogénica H5N1. Los hallazgos también confirmaron casos en mamíferos del continente blanco, preocupando a la comunidad por el impacto ecológico y la potencial adaptación y propagación del virus a otras especies.

En principio, el virus afecta significativamente a especies como la escúa, un ave carroñera que cumple un rol crucial en el ecosistema antártico. De acuerdo con el líder del proyecto, Víctor Neira, la diferencia de esta gripe aviar altamente patogénica radica en la transformación del virus que pone en riesgo la vida del 100% de las aves de corral.

La influenza, H5N1, se registró por primera vez en Chile a fines del año 2022. Tiempo después, en 2024, se detectó por primera vez en el pájaro depredador en la región Antártica.

«Este es un problema mundial hoy en día, para la salud pública, para la seguridad alimentaria. Hay reducción de producción de huevos, de carne de aves, por una alta mortalidad y, eso es producto de la influenza aviar altamente patogénica que hoy se disemina en la producción de aves, pero también ha traspasado esta barrera, llegando por aves migratorias», sostuvo el académico de la Universidad de Chile.

La amenaza de una eminente propagación

Además de las aves, también se han detectado casos en mamíferos como los lobos marinos antárticos, aunque en menor proporción. Pese a su rápida propagación, la comunidad de pingüinos no ha registrado una alta tasa de mortalidad, sin embargo, la amenaza latente de una adaptación viral podría tener consecuencias devastadoras para sus poblaciones, incluyendo especies en peligro de extinción como el pingüino emperador.

«Primero es preocuparnos por algunas especies, cómo que están siendo afectadas hoy en día. Pero también, qué vendrá, ¿se podrá adaptar a otras especies ícono donde hay una mayor población con peligro de extinción como el pingüino emperador?», expresó el también integrante de la Comisión Nacional Una Salud del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet).

Una preocupación adicional sobre el virus H5N1 es el contagio con humanos, algo que podría ocurrir eventualmente. Según señaló Neira, esto podría convertirse en un virus pandémico.

¿Cómo opera la estrategia de monitoreo?

En colaboración con el Instituto Antártico Chileno (INACH), el equipo montó dos laboratorios: uno en la Base Escudero -isla Rey Jorge- y el segundo en la Base O’Higgins. Las instalaciones permiten a los científicos realizar pruebas de detección y obtener resultados en tiempo real, lo que facilita la toma de decisiones y la implementación de medidas de bioseguridad.

En detalle, la estrategia de vigilancia consiste en realizar recorridos periódicos por diferentes áreas de la Antártica, con el objetivo de identificar animales muertos o contagiados. Posteriormente, los científicos toman muestras de tejidos y se analizan en los laboratorios para confirmar la presencia del virus H5N1. Además del seguimiento clínico para detectar posibles brotes de la enfermedad en otras especies como los pingüinos.

Los datos recopilados permitirán evaluar el impacto ecológico del virus, secuenciar las cepas presentes en la Antártica y determinar si existe evidencia de que algunas especies han desarrollado inmunidad.

El futuro de la investigación

Los próximos pasos del proyecto incluyen el análisis de los datos recopilados, secuenciar los virus aislados y realizar pruebas serológicas en muestras de pingüinos. Esta información será crucial para comprender la dinámica de la influenza aviar en la Antártica y diseñar estrategias de conservación para proteger a las especies más vulnerables.

Dentro de las actividades pendientes, el investigador adelantó el análisis del impacto ecológico con la llegada del virus, además de secuenciar los virus obtenidos y estudiar su evolución. Una fase posterior será confirmar el contagio de virus en especies que no murieron.


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