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Estudio inédito alerta sobre contaminación por plástico en la ruta de la ballena azul en Chiloé

Estudio inédito alerta sobre contaminación por plástico en la ruta de la ballena azul en Chiloé

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Tiempo de lectura: 2 minutos La investigación advierte que estos contaminantes podrían estar afectando a toda la cadena trófica, desde el fitoplancton hasta la emblemática ballena azul que se alimenta en la zona.

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El mar interior de Chiloé, en la Región de Los Lagos, es conocido por ser un paraíso de biodiversidad y un punto clave para la alimentación de especies marinas, incluyendo el mamífero más grande del planeta. Sin embargo, una reciente expedición científica ha encendido las alarmas al confirmar que este santuario natural no está libre de una de las mayores amenazas globales: la contaminación por plásticos.

Durante ocho días, un equipo de investigadores a bordo de una embarcación recorrió estas aguas para evaluar el alcance de los microplásticos y sus toxinas asociadas. El objetivo era realizar un diagnóstico sin precedentes en la Patagonia norte, analizando cómo estos desechos interactúan con un ecosistema de alta productividad que es, a su vez, el epicentro de la acuicultura nacional.

El área de estudio no fue elegida al azar. Las condiciones oceanográficas de Chiloé, con sus fiordos y canales, crean «giros oceánicos» que retienen nutrientes y microorganismos, convirtiendo la zona en un buffet natural para la vida marina. Esta abundancia de alimento atrae a especies de todos los tamaños, desde el krill hasta delfines y ballenas azules.

La Dra. Lara Marcus, investigadora de la Universidad San Sebastián (USS) y líder de la expedición, advierte que la intensa actividad humana —pesquera, industrial y doméstica— genera residuos que también quedan atrapados en estos giros. «Nuestra expedición buscó entender si los residuos plásticos coinciden espacialmente con las zonas de alta productividad biológica, lo que podría tener implicancias importantes para la salud de los organismos y ecosistemas marinos y también para nosotros», explica la científica. La hipótesis es que la fauna, al buscar alimento, estaría ingiriendo plástico de manera inevitable.

Hallazgos preocupantes y un futuro incierto

Aunque los análisis de laboratorio aún están en proceso, las observaciones en terreno ya arrojaron resultados inquietantes. «Detectamos mayor abundancia de restos de plásticos flotantes en áreas que podrían actuar como zonas de acumulación. Esto sugiere que incluso en ecosistemas considerados remotos, la presencia de desechos plásticos es evidente», asegura la Dra. Marcus. Además, se documentaron interacciones directas entre la fauna y los plásticos.

Uno de los logros más destacados de la campaña fue la recolección de muestras a lo largo de toda la cadena trófica. «Desde fitoplancton, zooplancton, peces y hasta llegar a grandes mamíferos. Este enfoque integral es inédito en Chile y será clave para entender cómo los microplásticos y contaminantes se mueven y acumulan en el ecosistema», comenta la investigadora.

El Dr. Jorge Mardones, del Centro IDEAL (UACh) y CREAN (IFOP), añade que este trabajo abre una nueva línea de investigación: la interacción entre microplásticos y las Floraciones Algales Nocivas (FANs), o marea roja. «Existe evidencia de que los polímeros pueden influir en el transporte y toxicidad de estas microalgas. Comprender esta interacción será clave para anticipar impactos ecológicos y sanitarios«, concluye Mardones.


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