En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Científicos desarrollan método para biodegradar toneladas de cigarros ilegales

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 2 minutos La iniciativa busca utilizar hongos y bacterias nativas de Chile para degradar los cigarrillos y empaques.

Comparte:
Un investigación liderada por la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), en colaboración con el Servicio Nacional de Aduanas, propone una solución biotecnológica para el creciente problema de los cigarrillos de contrabando. Se trata de un «bioproducto» a base de microorganismos chilenos capaz de degradar no solo el tabaco y el papel, sino también los componentes plásticos de los filtros y empaques, transformando un residuo tóxico en una oportunidad para la economía circular.
Sin embargo, la destrucción de este material se ha convertido en un desafío logístico y ambiental. «En algún momento se podía hacer incineración, pero ahora las normativas ambientales ya no lo permiten. Esto genera un tremendo conflicto con el gran tonelaje de decomisos que tiene que custodiar Aduana sin una solución real y efectiva«, explica la investigadora del Centro de Biotecnología y Departamento de Química USM, Marcela Carvajal.
El proyecto, en fase de laboratorio, busca dar un destino diferente a las toneladas de cigarrillos que ingresan ilegalmente a Chile, evadiendo impuestos y, en ocasiones, con estándares de calidad dudosos.

El «cóctel» de microorganismos

La solución propuesta se basa en la ciencia y la naturaleza. El equipo de la USM ha desarrollado un «bioproducto», una fórmula que combina una serie de microorganismos —bacterias y hongos— nativos de Chile, aislados de suelos y aguas. Estos organismos han sido seleccionados por sus capacidades enzimáticas para descomponer materiales complejos.
El proceso, similar a un compostaje acelerado, inicia con la trituración de los cigarros y sus empaques completos para aumentar la superficie de contacto. Luego, este material se mezcla en una matriz de origen vegetal y se le aplica el bioproducto.
«El desafío biotecnológico es degradar todos los componentes, incluyendo los derivados de plástico como el celofán y el filtro de acetato, que es bastante recalcitrante», detalló Carvajal.
Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase de validación a escala de laboratorio, con pruebas en volúmenes de hasta 40 litros. El objetivo es escalar el prototipo en los próximos tres años para poder aplicarlo a nivel industrial y procesar las toneladas que aduanas  necesita eliminar. La meta final no es solo destruir el residuo, sino también darle un nuevo valor. El proceso podría generar, por un lado, un compost seguro para uso agrícola a partir del material orgánico y, por otro, separar los subproductos plásticos para reintroducirlos en otras cadenas productivas.

Te puede interesar