Gato Güiña cambia su estado de conservación de «Vulnerable» a «Preocupación Menor»
Tiempo de lectura: 2 minutos Aunque no implica una mejora real en su estado, este cambio entrará en vigencia en octubre de 2025, reflejando una década de avances en la investigación y datos científicos.
El gato güiña (Leopardus guigna), el felino más pequeño de América y especie endémica de Chile y Argentina, cambiará su estado de conservación de «Vulnerable» a «Preocupación Menor» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) a partir de octubre de 2025.
Este ajuste es resultado de un exhaustivo análisis liderado por un equipo de científicos, entre ellos Constanza Napolitano, Felipe Ibacache, Ilaria Agostini y Patricio Pliscoff y el investigador del Centro UC de Desarrollo Local (CEDEL UC), Nicolás Gálvez.
Desde 2015, la güiña ha sido objeto de una mayor cobertura e investigación, profundizando en su ecología en distintos usos de suelo y en los cambios de su hábitat durante los últimos 20 años. Este nuevo análisis se enfocó en seis grupos geográficos clave para la estructura poblacional de la güiña, abarcando desde Coquimbo hasta Aysén en Chile, y las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro en Argentina, cubriendo una extensión de 246 mil km² y un área de ocupación de 105 mil km².
Por primera vez, se incluyó el uso de suelo de plantaciones forestales y paisajes agrícolas del sur de Chile, donde se ha evidenciado una abundante ocurrencia de la especie, lo que ha permitido una estimación poblacional mínima de más de 26 mil ejemplares y una máxima de 101 mil individuos maduros.
Criterios de reclasificación de la IUCN
La Lista Roja de la IUCN, fundada en 1964, es el barómetro global del riesgo de extinción de especies. Sus categorías, que van desde «En Peligro Crítico» hasta «Preocupación Menor», se basan en criterios rigurosos. Para la güiña, la reclasificación a «Preocupación Menor» significa que la especie ya no cumple con los umbrales de las categorías de amenaza. Sin embargo, como indica Gálvez, «esto no significa, necesariamente, una mejora en la especie».
Uno de los factores clave fue la estimación poblacional: para ser considerado «Vulnerable», la especie debía tener menos de 10 mil individuos, un número que la güiña supera ampliamente con más de 25 mil ejemplares según las estimaciones más conservadoras.
Asimismo, la tasa de disminución de su hábitat fue un punto crucial. Del 2000 al 2022, el hábitat de la güiña ha disminuido solo un 4%, con una tasa anual del 0,2%. Para la categoría «Vulnerable», se requeriría una reducción del 30% en 18 años.
Sin embargo, el estudio no ignora los «territorios críticos» donde las poblaciones de güiña siguen enfrentando desafíos, como la Zona Norte y Centro de Chile, donde los remanentes de bosque esclerófilo son vitales y las acciones de conservación, como la prevención de incendios, son urgentes. También se destacan las poblaciones del sur de Chile como clave para el resguardo de la especie, enfatizando la necesidad de protección del bosque nativo y la tenencia responsable de mascotas.
El «Estado Verde» como legado de conservación
El análisis también aplicó, por primera vez para la güiña, el «Estado Verde» de la IUCN, una rúbrica que mide la disminución poblacional desde un punto histórico de referencia. Considerando 1850, año de la expansión agrícola y políticas de quema que modificaron gran parte de su distribución, la especie resultó con una disminución moderada del 67%. Este dato sugiere un «legado de conservación medio», lo que implica que, sin las medidas de conservación implementadas en las últimas décadas, la güiña podría haber estado en peligro o incluso extinta en algunas zonas.
Finalmente, el estudio concluye que si se da continuidad a las acciones de conservación, cinco de las seis unidades geográficas identificadas para la güiña podrían alcanzar un estado de conservación óptima.